Volver al turismo de masas o dar un salto hacia la sostenibilidad
El turismo mediterráneo, gravemente afectado por las restricciones de viaje debidas a la pandemia del COVID-19, se encuentra ahora en una encrucijada. Por lo tanto, se necesitan planes de recuperación ambiciosos, ecológicos e inclusivos para garantizar un futuro positivo al turismo mediterráneo y contribuir a una región próspera.
Transformación hacia un turismo mediterráneo sostenible y equitativo
Antes de la pandemia, el sector turístico representaba alrededor del 15% del PIB de los países mediterráneos y el 11,5% del empleo total de la región. Sin embargo, la llegada abrupta del Covid-19, puso fin a 25 años de crecimiento del sector turístico en la región mediterránea, dejando a los países y a los actores de la industria, grandes y pequeños, en una situación dramática.
El modelo turístico pre-covid ha demostrado tener grandes impactos ambientales negativos, siendo el transporte la actividad más contaminante. No obstante, hay otros impactos adversos, como la pérdida de biodiversidad (más del 50% de las especies endémicas del Mediterráneo están en peligro de extinción), la contaminación, la basura marina y la explotación insostenible de los recursos.

Aunque la pandemia ha afectado gravemente al sector turístico y las instituciones públicas e internacionales se han visto obligadas a tomar medidas inmediatas para apoyar a los trabajadores y a las empresas, también ha supuesto una oportunidad única para pararse a repensar el sistema turístico que queremos en el futuro para esta región.
De hecho, la irrupción de la Covid ha dejado también lecciones positivas, como el renacimiento del turismo nacional y la aceleración de la digitalización en el sector. Todos los museos y sitios emblemáticos del patrimonio nacional cuentan ahora con visitas virtuales y, aunque sea gracias al cierre de fronteras, el aprecio por los lugares culturales y naturales locales está en auge.
A la espera de que las vacunas recuperen, en unos años, los niveles de turismo de 2019, el sector tiene que trabajar hacia un modelo turístico de bajo impacto. De hecho, hay algunas iniciativas que se están planteando en esta dirección, desde empresas individuales hasta instituciones internacionales. Las grandes inversiones previstas en los planes de recuperación ofrecen la posibilidad de impulsar la transformación del sector turístico y asegurar un futuro mejor para toda la región mediterránea.
