La movilidad sostenible retrocede con la disminución de trenes transfronterizos entre Francia y España
Desde 2013, la operadora ferroviaria pública española Renfe y la francesa SNCF operan conjuntamente servicios entre Francia y España a través de Cataluña. Sin embargo, el 11 de diciembre de 2022 finalizó esta cooperación y, a partir de ahora, solo dos trenes diarios en cada sentido cruzarán la frontera por el túnel del Perthus.
Las conexiones Barcelona-Lyon y Madrid-Marsella, operadas por Renfe, dejarán de funcionar. Los únicos servicios que quedan en el corredor mediterráneo son la conexión París-Barcelona, operada solamente por SNCF. Todos los servicios se habían suspendido durante la Covid-19 pero se habían restablecido progresivamente, con excepción de la conexión Barcelona-Toulouse, que se abandonó definitivamente.
Una de las razones de la suspensión de estas líneas es la dificultad de los operadores para acceder a la infraestructura ferroviaria francesa, ya que se han impuesto trabas administrativas. Los servicios que se mantendrán son, en cualquier caso, insuficientes para ofrecer una alternativa con bajas emisiones de carbono, cómoda y competitiva, a los vuelos de corta y media distancia o al coche privado, que dominan la movilidad transfronteriza.
El nuevo enlace de alta velocidad del Túnel del Perthus entre Francia y España supuso una enorme inversión pública y europea de 3500 millones de euros, pero en la actualidad apenas se utiliza. Los operadores deberían aprovechar esta infraestructura para ofrecer servicios ferroviarios fiables que conecten las dos regiones vecinas y sus principales ciudades (Barcelona, Toulouse, Perpiñán, Figueres, Girona, Montpellier).
Los trenes nocturnos entre París y Barcelona también se suspendieron en 2013, cuando se inauguró la línea de alta velocidad, a pesar de ser una alternativa sostenible al avión para los viajes de larga distancia. En el corredor atlántico, la conexión nocturna París-Madrid también se suspendió y actualmente no hay trenes directos que conecten ambas capitales. El tren nocturno entre Lisboa y Hendaya, en la frontera francesa, también se suspendió durante la pandemia y el servicio no se ha recuperado, a pesar del llamamiento de Comboios de Portugal para reactivar la conexión.
Organizaciones de la sociedad civil francesas y españolas piden a los gobiernos nacionales y a los operadores ferroviarios de ambos países que mantengan los servicios existentes, restablezcan los servicios Barcelona-Toulouse, reabran los trenes nocturnos París-Barcelona, París-Madrid y Lisboa-Hendaya y aumenten los servicios regionales transfronterizos entre Perpiñán y Figueres. Ofrecer suficientes conexiones ferroviarias transfronterizas es esencial para dar a los ciudadanos la opción de elegir una movilidad más ecológica en la lucha contra el cambio climático y para garantizar la actividad económica.
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